Colección Design por Xavier Solé
Por Maria Cao
Xavier Solé (España, 1959), es un prometedor diseñador industrial con una potente trayectoria profesional. Sus inicios fueron en Barcelona, estudiando la carrera de diseño industrial en la Escuela Superior de diseño Elisava. Una vez graduado decidió crecer aún más en Milán, ciudad del arte y el diseño, donde estuvo durante 3 años trabajando en múltiples proyectos. En 1992 entra a trabajar en la empresa AMAT-3, convirtiéndose en director de I+D en el desarrollo de exitosos productos de diseñadores reconocidos. Años más tarde, concretamente en 2006 asume la dirección técnica de la empresa TRAMO. No es hasta 2012, que vuelve a abrir su estudio de diseño industrial y desarrollo de productos, en Barcelona, para diversas empresas y sectores.
¿Cómo fueron sus inicios?
Empecé mi carrera profesional en Milán, en 1985, contratado por el estudio de diseño AGENZIA DESIGN, de Gianluigi Arnaldi. Fue uno de mis profesores del Máster en el que yo estudié, en el Instituto Europeo di Design. Fue una etapa muy bonita y productiva, al estar en contacto con los grandes diseñadores de Olivetti SPA, en un tiempo donde Milán era el centro del diseño en todo el mundo. En definitiva, pase 3 años muy agradables.
Y el diseño industrial es para usted…
Es la herramienta que permite que nos podamos rodear de objetos que nos mejoren la calidad de vida en el día a día y nos emocionen al usarlos. También es el proceso para que las empresas sean innovadoras. En el fondo, somos parte del engranaje y del equipo de la empresa.
¿Se acuerda del primer objeto que diseñó?
Yo creo que hay una gran diferencia entre proyectar sin conciencia y diseñar con toda la intención de mejorar el producto, sin perjudicar el entorno. A partir de esta reflexión no soy consciente del primer diseño, porque diseñar también es pensar y francamente, no me acuerdo de la primera vez. Pero si hablamos del primer producto fabricado, sería el aplique Walter, producido por la empresa Metalarte en 1987.
¿Cómo definiría su estilo?
Creo que no tengo un estilo definido. Siempre intento adaptar el producto a sus necesidades de uso. Depende del sector y de la tecnología. Soy un poco camaleónico.
¿Cuáles son los ingredientes, que considera más importantes, para lograr un diseño excepcional?
Que el producto sea usado y se disfrute. Hay muchos objetos que nos rodean, como el Clip, que son anónimos y son grandes diseños. El ingrediente más importante es que se proyecte bien para ser usado y para disfrutarlo. A veces se hace inconscientemente, cuando es un producto realmente innovador, porque no hay referencias.
«Hay una gran diferencia entre proyectar sin conciencia y diseñar con toda la intención de mejorar el producto, sin perjudicar el entorno».
¿Cuál es el motivo por el que decidió trabajar junto a KD Contract?
Las ganas de hacer cosas nuevas y diferentes de las que la empresa produce hasta ahora.
¿Qué aspectos cree que diferencian a KD Contract de sus competidores?
Creo que su reducido tamaño le permite ser más ágil para cumplir con el cliente eficientemente.
¿Cómo definiría la Colección Design que ha creado para KD Contract?
Ordenar diferentes objetos que normalmente tenemos dispersados por toda la casa o en la oficina, en uno solo.
También unificar la imagen del mueble de hostelería con el del doméstico, ya que la frontera es cada vez más cercana.
¿Tiene alguna pieza que sea su favorita y por qué?
No, no la tengo. Cada una de ellas que he diseñado me ha supuesto un esfuerzo en su justa medida.
¿Qué es lo que más le ha gustado de trabajar junto a KD Contract?
En lo personal, que son comprometidos y buenas personas, para mi fundamental y en lo profesional sus ganas de cambiar con productos nuevos.
